Descripción
En las enseñanzas de Osho, la vida, el amor y la risa se ofrecen como una puerta hacia la iluminación. Para Osho, la vida carece de importancia en sí misma. Sólo es significativa si eres capaz de cantar una canción a lo eterno, si puedes liberar un poco de fragancia divina, un poco de eternidad; si eres capaz de convertirte en una flor de loto, inmortal y eterna. Respecto al amor, su grado más elevado no es en absoluto el de la relación afectiva. Es, simplemente, un estado propio de tu ser. Quien siente amor, ama; ama igual que una flor libera su fragancia tanto si alguien se le acerca como si no, tanto si alguien la aprecia como si no. Y la vida ha de ser tomada con regocijo. «He visto la vida desde todos los rincones y de todas las maneras posibles, y siempre es divertida, la mires como la mires. ¡Cada día es más y más divertido! Es un regalo tremendamente hermoso del más allá. Estoy en contra de toda seriedad. Mi perspectiva es la del humor; la cualidad religiosa más importante es la de tener sentido de humor. No la verdad, ni Dios, ni la virtud, sino el sentido de humor.