Descripción
Ser cristiano y pertenecer a la Iglesia ya no es algo evidente y natural. De hecho, muchas personas llevan una vida digna sin profesar ninguna fe religiosa. Pero también abundan las que sienten la necesidad de buscar a Dios y, para ello, consideran beneficioso permanecer en la Iglesia. A pesar de los desafíos y críticas que enfrentan, su fe les otorga fortaleza, consuelo y guía en momentos de dificultad. La comunidad de creyentes les brinda apoyo y compañerismo, y les permite expresar su espiritualidad de forma colectiva. Así, la fe se convierte en un pilar fundamental en sus vidas, enriqueciéndolas y dándoles sentido en medio de un mundo cada vez más secularizado y desafiante.